martes, 7 de agosto de 2012

LA LITERATURA GRIEGA


LITERATURA GRIEGA
Grecia, la hoy llamada República Helénica, se encuentra ubicada en la Península Balcánica, regada al Este por el mar Egeo, al Sur por el Mediterráneo y al Oeste por el Mar Jónico. Colinda al Norte con Turquía, Bulgaria, Serbia y Montenegro y Albania. Se distinguen tres regiones: Grecia Continental, sector muy montañoso cortado por algunas planicies, como la de Tesalia; Grecia Peninsular, formada por el Peloponeso, el cual se une al Continente por el Itdmo de Corinto; la gran Isla Montañosa de Creta, el el Mediterráneo, y Grecia Insular, que representa una cuarta parte del territorio: el mar Jónico, las islas del mismo nombre, las de Tasos, Lemmos, Samotrasia, Eubea, Cícladas, Mitilene,Quío, Samos, Rodas y las Espóradas Septentrionales y Meridionales en el mar Egeo.
Grecia es la “madre” de Occidente, la raíz esencial de nuestro pensamiento y de nuestra cultura. De su ingenio y su herencia destacamos dos momentos claves en sus etapas literarias: la época primitiva (siglos IX a VI a.C., tiempos de la literatura homérica) y la época clásica (siglos V y IV a.C., los años de Pericles y de Alejandro Magno, momento estelar de la literatura y la filosofía griegas).
Las Poleis griegas desarrollaron una gran cultura en todo sentido. De cualquier tema que se hable, ya sea cultura, política, arte, construcciones, teatro,historia, ideas sobre el porqué de la vida, ciencias, etc. podemos referirnos a Grecia ya que nuestra cultura, en gran parte, deriva de ella. Un gran modelo de desarrollo cultural se ve en Atenas durante el siglo V a. de C. bajo el liderazgo de Pericles. También a la importancia de las conquistas realizadas por Alejandro Magno que llegó hasta la India, uniendo las culturas occidental y oriental.
Sin embargo una de las fascetas mas importante de aquel desarrollo se da en el campo de las letras, específicamente en la literatura.
La literatura de los pueblos de habla griega desde finales del segundo milenio a. C. hasta la actualidad. Esta literatura se desarrollo como a expresión nacional con escasa influencia exterior hasta el periodo helenístico y tuvo un efecto formativo en toda la literatura.
  1. En Grecia, en especial en los primeros tiempos aedos. Ellos narraban la historia de los pueblos y la mezclaban con la leyenda. Homero, autor de la llíada y la odisea, se cree que fue uno de esos aedos. Su cuna, así como existencia misma, se discuten. 

    Períodos de la Historia Griega
    El Período Primitivo:
    Los escritos del período primitivo de la literatura griega son, casi en su totalidad, textos en verso. Para detalles sobre la métrica y otros elementos de la estructura del verso. Para más detalles sobre los dialectos griegos mencionados.
    Poesía épica:
    'Literatura Griega' Los primitivos habitantes de Grecia, los pueblos de las civilizaciones egea y micénica, poseyeron una literatura oral compuesta en su mayor parte por canciones que hablaban de las guerras, las cosechas y los ritos funerarios. Los helenos se apropiaron de estas canciones en el segundo milenio a. C. y, aunque no se conserva ningún fragmento, los cantos de los aedos dedicados a los héroes prefiguran la poesía épica.
    La épica griega alcanzó su máximo esplendor con la Iliada y la Odisea de Homero, aunque se cree que pueden ser obras de una sucesión de poetas que vivieron a lo largo del siglo IX a. C. Escritos en dialecto jónico con mezclas eólico, la perfección de sus versos hexámetros dáctilos indica que los poemas son la culminación, más que el principio, de una tradición literaria. Los poemas épicos homéricos se difundieron en las recitaciones de cantores profesionales que, en sucesivas generaciones, alteraron el original, actualizando el lenguaje. Esta tradición oral se mantuvo durante más de cuatro siglos.
    Otros acontecimientos míticos y heroicos que no se celebran en la obra homérica o que no se narran en su totalidad, se convirtieron en el argumento de varios poemas épicos posteriores, algunos de cuyos fragmentos se conservan. Un grupo de estos poemas épicos, compuestos entre 800-550 a. C., por un número indeterminado de poetas conocidos como poetas cíclicos, trata de la guerra de Troya y la expedición de Los Siete contra Tebas. Entre los poetas épicos conocidos, casi todos posteriores, se cuentan Pisandro de Rodas, autor de la Heracleia, que trata de las hazañas del héroe mitológico Hércules; Paniasis de Halicarnaso, que escribió una obra también llamada Heracleia, de la que sólo se conservan algunos fragmentos, y Antímaco de Colofón o Claros, autor de la Tebas y considerado fundador de la llamada escuela de poesía épica. Antímaco influyó poderosamente en los poetas épicos alejandrinos posteriores.
    La crítica textual contemporánea ha establecido que varias de las obras atribuidas en un principio a Homero son de autoría posterior. Las más tempranas son, probablemente, los llamados 34 himnos homéricos, fechados entre el 700 y el 400 a. C., una magnífica serie de himnos a los dioses escritos en hexámetros dactílicos. Entre otros poemas semejantes destaca la burlesca Batracomiomaquia.
    Poco después de Homero, el poeta Hesíodo escribió su obra principal, Los trabajos y los días, compuesta también en dialecto jónico con algunas mezclas de eólico. Es el primer poema griego que abandona la leyenda o el mito para centrarse en la vida cotidiana, las experiencias y pensamientos de un granjero beocio. La Teogonía, normalmente atribuida a Hesíodo, aunque algunos críticos la consideran posterior, narra el nacimiento del orden a partir del caos y el de los dioses.
    El dístico elegíaco se popularizó en toda Grecia durante el siglo VII a. C. y se utilizó en composiciones de todas clases, desde canciones fúnebres a canciones de amor. El primer autor conocido de elegías fue Calino de Éfeso. Otros famosos poetas elegíacos primitivos fueron Tirteo de Esparta, Mimnermo de Colofón, Arquíloco de Paros, Solón —el primer poeta ateniense— y Teognis de Megara.
    Se cree que el creador del verso yámbico fue Arquíloco, que lo utilizó ampliamente en sátiras mordaces. Solón y muchos otros poetas también lo usaron en poemas reflexivos. Puesto que representa los ritmos de la antigua habla griega con mayor fidelidad que ningún otro metro, el verso yámbico empezó a emplearse también en el diálogo de las tragedias, en la forma de trímetro yámbico. Las fábulas de Esopo se escribieron originalmente en trímetros yámbicos, aunque los textos que han llegado hasta nuestros días datan de mucho tiempo después.
    Poesía lírica:
    La poesía lírica procede de canciones acompañadas de la lira, y en la antigua Grecia había dos tipos principales, la personal y la coral.
    La lírica personal se desarrolló en la isla de Lesbos. El poeta y músico Terpandro, que nació en Lesbos pero que vivió casi toda su vida en Esparta, es considerado como el primer poeta lírico griego porque fue el que antes compuso música y poesía. La mayor parte de sus poemas eran nomos o himnos litúrgicos en honor de Apolo, y cantados por un solo intérprete acompañado de la lira.
    Después de Terpandro aparecieron en el siglo VII a. C. los grandes poetas de Lesbos. Los poemas líricos de Alceo, inventor de la estrofa alcea, hablan de temas políticos, religiosos e intimistas. Safo, la poetisa más importante de la antigua Grecia, creó la estrofa sáfica aunque escribió también en otras formas líricas. Sus poemas de amor y amistad se encuentran entre los más apasionados y mejor trabajados de la tradición occidental. Los poetas lésbicos, así como varios poetas líricos posteriores de otras ciudades griegas, compusieron en dialecto eólico.
    En el siglo VI a. C., el poeta Anacreonte escribió alegres poemas sobre el vino y el amor en varios metros líricos; sus obras posteriores, similares en tono y tema, se conocen como anacreónticos. También escribió dísticos (pareados) elegíacos, epigramas y poemas en metros yámbicos.
    La lírica coral surgió en el siglo VII a. C. obra de poetas que escribieron en dialecto dórico, dominante en la región de Esparta, y que se utilizó incluso en épocas posteriores cuando los poetas de otros lugares de Grecia adoptaban este género lírico. Los poetas espartanos fueron los primeros en escribir de esta forma canciones para celebraciones públicas religiosas. Más tarde lo hicieron para celebrar triunfos personales, como, por ejemplo, una victoria en los juegos olímpicos.
    Taletas, que viajó de Creta a Esparta para sofocar una epidemia con himnos corales a Apolo, fue probablemente el primer poeta lírico coral. Le siguieron Terpandro, que escribió tanto poemas líricos intimistas como corales; Alcmán, autor sobre todo de partheneia, es decir, himnos procesionales corales cantados por un coro de doncellas y de carácter parcialmente religioso, de tono más ligero que los himnos a Apolo; y Arión, posible creador del ditirambo (forma poética en honor a Dioniso) y del estilo trágico, que se utilizó ampliamente en el drama griego. Entre los grandes escritores posteriores de poemas líricos corales se encuentran el poeta siciliano Estesícoro, contemporáneo de Alceo, que introdujo la forma ternaria de la oda coral, consistente en series de grupos de tres estrofas; Íbico de Reggio, autor de un largo fragmento que se conserva de una oda coral ternaria y de poemas líricos personales eróticos; Simónides de Ceos, cuya lírica coral incluye epinicia, u odas corales en honor de los vencedores en los juegos olímpicos, encomia, o himnos corales en honor a personas concretas, y cantos fúnebres, además de poemas líricos personales que incluyen epigramas; y Baquílides de Ceos, sobrino de Simónides, que escribió epinicios, de los que se conservan trece, y ditirambos, cinco de los cuales han llegado hasta la actualidad.
    La lírica coral alcanzó su apogeo hacia mediados del siglo V a. C. en las obras de Píndaro, que escribió muchos poemas de este género en todas las formas, incluyendo himnos, ditirambos y epinicios. Se conserva cerca de la cuarta parte de su obra, principalmente epinicios con la estructura trinaría creada por Estesícoro. Las tragedias de la época incluyen muchas odas corales importantes.
    Otras formas:
    'Literatura Griega' Otro género que se desarrolló en el siglo VI a. C. fue un tipo de poema filosófico relacionado con la épica y escrito por filósofos griegos como Empédocles, Jenófanes y Parménides. Los primeros textos en prosa que han llegado hasta nuestros días datan de finales del siglo V a. C.; los más interesantes, sin ninguna duda, son los dedicados a la medicina atribuidos al médico Hipócrates.
    El Período Ático, siglos VI-IV a. C.
    El drama se desarrolló en Atenas durante el siglo VI a. C. En su forma primitiva, consistió en un coro de hombres que cantaban y bailaban odas corales. Más tarde, se añadió un actor que dialogaba con el coro.
    La tragedia:
    La tragedia, tal y como hoy se la conoce, se cree que fue creada en el siglo VI a. C. por el poeta ateniense Esquilo, que introdujo el papel de un segundo actor, aparte del coro. Sus tragedias, cerca de 90, versan sobre temas tan excelsos como la divinidad y las relaciones de los seres humanos con los dioses. Únicamente siete de sus obras han llegado hasta hoy, entre ellas Prometeo encadenado, que narra el castigo de Zeus al titán Prometeo, y la Orestiada, trilogía que retrata el asesinato del héroe griego Agamenón por su mujer, el de ésta por su hijo Orestes y el posterior destino de Orestes.
    El segundo de los grandes trágicos griegos fue Sófocles. La admirable construcción de sus tramas y la manera en que sus temas y personajes despertaban al mismo tiempo piedad y temor, llevaron a Aristóteles y a otros críticos griegos a considerarle como el mejor autor de tragedias. Su Edipo rey constituye un epítome del género trágico. De las más de cien obras que escribió Sófocles, sólo se conservan siete tragedias, una obra satírica y más de mil fragmentos. Fue el primero en introducir el tercer actor en la escena, innovación que más tarde adoptaría Esquilo.
    Eurípides, coetáneo de Sófocles, fue el tercer gran autor de teatro. Escribió cerca de 92 obras, de las que se conservan 17 tragedias y una obra satírica completa, Los cíclopes. Se le considera más realista que sus predecesores, especialmente en la agudeza psicológica de sus personajes, por lo que para algunos críticos es el dramaturgo griego más moderno. Entre sus obras principales sobresale Medea, cuyo argumento gira en torno a la venganza llevada a cabo por la hechicera Medea contra su marido Jasón; e Hipólito, que trata del amor de Fedra por su hijastro Hipólito y su destino tras ser rechazada.
    La comedia:
    'Literatura Griega' Uno de los más grandes poetas cómicos fue Aristófanes, cuya primera comedia, Daitaleis, hoy perdida, data del 427 a. C. Empleando la sátira dramática, ridiculizó a Eurípides en Las ranas y a Sócrates en Las nubes. Estas obras representan la antigua comedia de la literatura griega.
    La comedia griega posterior se divide en dos grupos, la comedia media (400-336 a. C.) y la comedia nueva (336-250 a. C.) En la media, ejemplificada por las dos últimas obras de Aristófanes, La asamblea de las mujeres y Pluto, ambas escritas entre 392 y 388 a. C., la sátira personal y política se reemplaza por la parodia, la ridiculización de los mitos y la crítica literaria y filosófica. Los principales autores de la comedia media fueron Antífanes de Atenas y Alexis de Thruil. Sólo se conservan fragmentos de sus obras.
    En la comedia nueva, la sátira se sustituye por la comedia social, con tramas y personajes cotidianos y familiares, y temas de amor romántico. El principal autor de esta comedia nueva fue Menandro, cuya influencia alcanzó a los dramaturgos latinos de los siglos III y II a. C., sobre todo a Plauto y Terencio. Se conservan una obra completa de Menandro, El tacaño, y fragmentos de otras.
    La historia:
    'Literatura Griega' El primer historiador griego, Heródoto, escribió una crónica de las guerras persas (500-449 a. C.) en dialecto jónico. Su principal obra, Historias, es apreciada por su rica información sobre la Grecia antigua, así como por su estilo sugestivo. Tucídides fue el primer gran escritor ático de prosa, y con su Historia de la guerra del Peloponesio se ha ganado el título de primer historiador crítico. Las principales obras literarias del historiador y soldado Jenofonte fueron Anábasis, un relato de los mercenarios griegos que trataron de escapar de Persia; Memorabilia, una refutación de los cargos aportados contra Sócrates, junto con impresiones personales en forma de diálogo sobre su carácter y su filosofía; yHellenica, en la que Jenofonte prosigue la historia de los griegos en el punto en que Tucídides la dejó. Un historiador posterior, Timeo, escribió una historia de Sicilia y se tiene noticia de que inventó el método de calcular el tiempo en las Olimpiadas.
    La oratoria:
    La prosa ática alcanzó su máxima expresión en las obras de los oradores atenienses. Antifón, profesor de retórica, es uno de los primeros cuyas obras se conservan. El orador Lisias empleó un estilo sencillo y directo, desprovisto de recursos retóricos. Se cree que escribió un discurso para que Sócrates lo utilizara en su proceso (399 a. C.) Los discursos de Isócrates, por otra parte, son obras literarias concebidas más para ser leídas que habladas. Las obras de Demóstenes suponen la rotunda perfección de la oratoria griega. Empleando todos los recursos del lenguaje, creó discursos que se convirtieron en modelos para los oradores posteriores.
    La filosofía:
    Los dos principales escritores de filosofía del periodo ático fueron Platón y Aristóteles. Platón desarrolló ciertos aspectos de la filosofía de Sócrates y expresó, en forma de diálogos escritos, el pensamiento filosófico que más tarde se denominó idealismo .
    'Literatura Griega' Los Diálogos de Platón no sólo son grandes obras filosóficas, sino también obras maestras de la literatura, llenas de poesía y dramatismo. El estilo de su prosa es uno de los más clarividentes y bellos de la literatura griega. Aristóteles, discípulo de Platón, escribió un gran número de obras sobre lógica, metafísica, ética, retórica y política. Algunos eruditos clásicos consideran que se trata de notas tomadas por los estudiantes de las clases que Aristóteles daba en el Liceo, su escuela de Atenas. De su crítica literaria sólo se conservan fragmentos sobre la tragedia, la poesía épica y la retórica.
    El Periodo Helenístico, 323-146 a. C.
    Tras las conquistas de Alejandro III el Magno en el siglo IV a. C., la cultura griega se expandió por un amplio imperio. La más destacada entre las muchas escuelas de literatura que se crearon y la mayor biblioteca de la antigüedad se localizaron en la ciudad de Alejandría, en Egipto.
    La poesía:
    Una de las más admirables poéticas alejandrinas pertenece a Calímaco de Cirene, director de una escuela en Alejandría y su principal bibliotecario. Calímaco está acreditado como autor de más de 800 volúmenes, cada uno de ellos con muchas obras de las que se conservan sólo seis himnos, 64 epigramas y unas pocas elegías, además de otros poemas. Junto con sus seguidores, perfeccionó el empleo del epilio, un poema corto en hexámetros con tema épico narrativo. Además de perfeccionar el epigrama, que más tarde adoptarían sus discípulos romanos, desarrollaron el poema didáctico literario y la pastoral.
    'Literatura Griega' El poeta siciliano Teócrito, que escribió la mayor parte de su obra en Alejandría y que está considerado por muchos críticos como el más grande de los poetas alejandrinos, escribió Idilios, una serie de poemas pastorales que fueron imitados por sus sucesores, como Bión de Esmirna, entre cuyos poemas conservados se encuentra el famoso Lamento por Adonis, y el poeta también siciliano Mosco, que escribió el poema épico Europa y composiciones pastorales.
    La prosa:
    'Literatura Griega' Posiblemente, la obra más importante del periodo helenístico fue realizada por sabios, científicos y eruditos, en particular por el médico Herófilo, el anatomista Erasístrato, los astrónomos Hiparco de Nicea, Claudio Tolomeo y Aristarco de Samos (el primero que sostuvo que la Tierra giraba alrededor del Sol) y el matemático, astrónomo y geógrafo Eratóstenes, que midió la circunferencia de la Tierra.
    El periodo grecorromano, siglo II-siglo IV d. C.
    Después de que los romanos conquistaran Grecia en el 146 a. C., el historiador griego Polibio escribió una crónica de la conquista y, un siglo más tarde, el geógrafo Estrabón recopiló su Geografía, un estudio sistemático de lugares, animales y temas de interés. A finales del siglo I y comienzos del II d. C., Plutarco redactó sus famosas Vidas paralelas, en las que se entremezclan biografías de griegos y romanos famosos. Más adelante, en el siglo II d. C., Galeno, el médico más importante de la antigüedad, escribió obras que sentaron los fundamentos de la medicina moderna.
    Los primitivos escritores cristianos que transcribieron y reunieron el Nuevo Testamento utilizaron una variedad de lakoiné (`común', en griego), la lengua cortesana y literaria de la Grecia helenística. El dialecto koiné es distinto del que emplearon los escritores griegos clásicos y sus continuadores, los llamados aticistas, el mejor de los cuales fue el satírico Luciano, autor de Diálogos de los muertos, Diálogos de los dioses y sus cómicas Historias verdaderas.
    Según los eruditos modernos, el prototipo de la novela se desarrolló probablemente en Grecia antes del siglo II d. C. Se cree que los fragmentos más importantes que se conservan de una primitiva novela griega, los de la llamada Romance de Ninos, y que tratan del amor de Ninos, fundador legendario de Ninevoli, son del siglo I a. C. Se conservan cinco novelas griegas completas que se escribieron después del año 100 d. C. y antes del 300 d. C.: Caritón, considerada como la primera de las cinco; Etiópicas o Teágenes y Cariclea (de principios del siglo III d. C.), del hábil escritor Heliodoro de Emesa; Dafnis y Cloe, de Longo, el más conocido y probablemente el mejor de estos novelistas; Efesíacas (o Antea yHabrócomes, sus protagonistas), de Jenofonte de Éfeso, el menos dotado; y Leucipa y Clitofonte (anterior al año 300 d. C.) de Aquiles Tacio, considerada la última de las cinco. Todas narran historias de amor y aventura en las que matrimonios o amantes virtuosos son separados y, tras afrontar múltiples peligros, acaban por reunirse.
    'Literatura Griega' La filosofía estoica estuvo representada por los escritos de Epicteto y Marco Aurelio Antonino; los neoplatónicos tuvieron su mejor representante en Plotino.
    Algunos de los mejores versos de este periodo son los epigramas anónimos de la Antología griega, recopilación de poesía y prosa griegas que cubre casi 2.000 años; se compone de dos libros reunidos en los siglos X y XIV d. C., que se conocen, respectivamente, como la Antología Palatina y la Antología Planudean.
    El periodo bizantino, de mediados del siglo IV al XV
    Desde el comienzo del reinado de Constantino en el año 323 d. C., hasta la caída del imperio Oriental en 1453, la literatura griega careció del carácter homogéneo de los periodos primitivos y estuvo muy influenciada por elementos tanto latinos como orientales. La mayor parte de los escritos de esta época son teológicos y atacan las diversas herejías que surgieron durante el primer milenio de la era cristiana. Así, san Atanasio arremetió en el siglo IV contra el arrianismo y, más tarde, Anastasio de Antioquia y León de Bizancio (siglo VI) atacaron a los monofisitas. Los padres capadocios (san Basilio de Cesarea, San Gregorio de Nisa y san Gregorio de Nacianceno) fueron importantes escritores y teólogos, y sus ideas tuvieron una gran repercusión. En el siglo VIII, el último de los grandes teólogos griegos, san Juan de Damasco, escribió obras polémicas contra los iconoclastas, así como uno de los primeros libros del dogma cristiano, La fundación del conocimiento. Simeón Metafrastes destaca como editor de los Hechos de los mártires, en los que revisa y compara relatos anteriores de la vida de los santos. Romanus Melodus y los primeros padres de la Iglesia compusieron numerosos himnos, sobre todo san Gregorio de Nicianzo y Cosmas de Jerusalén.
    La influencia eclesiástica hizo que decayera la literatura secular. Sin embargo, hubo un importante poema histórico y legendario, la notable epopeya popular Digenes Akritas (siglos X-XI), que fue difundido por transmisión oral hasta que se escribió (se conservan textos de los siglos XV y XVI)
    También son importantes desde un punto de vista literario los historiadores, críticos y filósofos bizantinos. Cabe destacar entre los historiadores a Procopio, el emperador Constantino VII Porfirogéneta, Miguel Pselo, Ana Comneno, Georgius Pachymeres y Juan VI Cantacuzene. El más significativo de los críticos fue Focio, cuyos epítomes de 280 obras clásicas, que todavía existían en el siglo IX, nos han permitido conocer lo que de otra forma podría haberse perdido para siempre. En el siglo XII, Eustaquio de Tesalónica escribió un comentario sobre las obras de autores clásicos, entre los que se encontraban Hesíodo, Píndaro y los trágicos griegos. Entre los filósofos bizantinos destaca Georgio Gemisto Pletho, que introdujo la filosofía platónica en el renacimiento italiano.
    El Periodo Moderno
    La cuarta Cruzada, emprendida en 1204, provocó una horda de invasores francos que se establecieron en el centro y sur de Grecia adoptando títulos como duques de Atenas o barones de Tebas. Como resultado de esta ocupación, apareció una importante obra literaria, La crónica de los Morea (siglo XIV), un largo poema épico en verso griego, que probablemente fue escrito por un francés de habla griega. El poema es importante por la belleza de su poesía, su fuerza dramática y el fácil fluir de un idioma coloquial vivamente descriptivo.
    A mediados del siglo XV, los turcos otomanos conquistaron el Imperio bizantino y el resto de las colonias francas en Grecia, por lo que la literatura griega se eclipsó. Hasta el final del siglo XVIII sólo siguió cultivándose en la periferia del mundo griego, lejos del Imperio otomano.
    Características:
    Se dice que la cultura occidental nace y se nutre del genio griego; gracias a él, las artes prosperaron en el mundo. Al leer los textos escritos por los helenos, puede observarse cómo incorporaron al aspecto religioso rasgos totalmente humanos que antes no se habían explotado a cabalidad; precisamente este enfoque novedoso contribuyó para convertir la expresión griega en la manifestación más equilibrada del arte de la palabra. La obra de los poetas de la Hélade comparte muchos rasgos con las manifestaciones literarias anteriores, no obstante, posee notas privativas.
    Esas particularidades se presentan en el siguiente cuadro; a la izquierda se destaca la característica y a la derecha se ejemplifica con un fragmento de la comedia de Aristófanes titulada Pluto.
    'Literatura Griega'

HOMERO 

La tradición atribuye a un poeta jonio, llamado Homero, la composición de la Iliada y de la Odisea, los primeros monumentos que se conocen de la literatura griega. Amén de su nombre, poco o nada sabemos, con certeza, de este Homero, cuya existencia incluso fue, más de alguna vez, puesta en duda por los eruditos. Las noticias más antiguas que nos han llegado acerca de él son recién del s. VI a. C. y nos cuentan que habría nacido en Esmirna y vivido en la isla de Quíos. Según algunas tradiciones sería contemporáneo de la guerra de Troya. Otras, en cambio, lo sitúan más tardíamente, como coetáneo de Hesíodo (s. VII a. C,).
Como se sabe, el motivo central de la Ilíada es la ira del héroe Aquiles y el telón de fondo, la guerra de Troya, en su año noveno. En el Canto XVIII del poema, Aquiles llora a gritos la muerte de su amado camarada, Patroclo, a manos del héroe troyano Héctor y la pérdida de su prodigiosa armadura. La divina Tetis, madre del Pélida, encarga a Hefesto que forje nuevas armas para que, provisto de ellas, Aquiles vengue a Patroclo. Homero nos cuenta que el dios “se puso a hacer primero un escudo grande […] y en él grabó múltiples artísticas figuras, fruto de su ingenioso arte”. Los versos siguientes describen los motivos representados en este escudo, entre los cuales se observan dos ciudades, una en paz y la otra en guerra.
Es significativo el papel que en esta descripción cumple la pública administración de justicia, en cuanto rasgo característico de la ciudad en que reina la paz: “Los hombre estaban reunidos en la plaza. Y había allí entablada una contienda, en la que dos varones disputaban acerca de la expiación por un homicidio. El uno afirmaba que había pagado todo, haciéndoselo ver al pueblo; el otro negaba haber recibido nada. Y los dos deseaban alcanzar una decisión final ante el árbitro. Las gentes gritaban defendiendo cada bando a uno, mientras que los heraldos trataban de refrenar a la multitud. Los ancianos estaban sentados en pulimentadas piedras en sagrado círculo, asiendo en sus manos el bastón de heraldos de voz que resuena por el aire, y con ellos en las manos se levantaron al fin y alternativamente pronunciaron su fallo. En medio de ellos había en el suelo dos talentos de oro para entregar al que de ellos dictara sentencia de modo más recto.”
Asimismo, llama la atención cómo tempranamente entre los griegos se había superado la bárbara venganza de la sangre, por la más civilizada indemnización del perjuicio, incluso en casos graves como el homicidio. Esto ya aparece en el Canto IX de la Iliada, cuando Ayax Telamonio, reprocha a Aquiles, por negarse obcecadamente a perdonar la ofensa de Agamenón, recordándole que “hasta por el asesinato de un hermano o por el propio hijo que ha muerto se acepta una satisfacción; y así, el uno se queda en su pueblo, tras pagar ampliamente, y el otro refrena su corazón y su ánimo altanero, porque ha recibido su compensación”.
En la ciudad en guerra, en cambio, no son posibles estos razonables acuerdos pues ha huido de ella Dike. Allí campean divinidades menos benévolas: “la Discordia y el Tumulto y la funesta diosa de la muerte”.
Y es que la guerra supone una vuelta al estado de naturaleza, a un mundo sin derecho. En este sentido, se asemeja al mundo bárbaro de los cíclopes del que nos habla la Odisea, el otro gran poema homérico. Recordemos que la Odisea cuenta el accidentado retorno del héroe Ulises a Itaca, tras la caída de Troya. En el Canto IX, Ulises comenta respecto del país de los cíclopes: “No tienen ágoras donde se reúnan para deliberar, ni leyes tampoco, sino que viven en las cumbres de los altos montes, dentro de excavadas cuevas; cada cual impera sobre sus hijos y mujeres y no se entrometen los unos con los otros”. Cuando Odiseo intenta persuadir a Polifemmira y sorprendetemira y sorprendeteo para que respete las leyes de la hospitalidad sancionadas por el mismísimo Zeus, el cíclope responde “con ánimo cruel”: “—¡Oh forastero! Eres un simple o vienes de lejanas tierras cuando me exhortas a temer a los dioses y a guardarme de su cólera: que los ciclopes no se cuidan de Zeus, que lleva la égida, ni de los bienaventurados númenes, porque aun les ganan en ser poderosos”.

La Ilíada y la Odisea

La Ilíada"
La Ilíada relata los legendarios episodios de la Guerra de Troya en la que intervinieron todos los dioses y reyes de la Grecia Heroica. Los helenos estaban acaudillados por Agamenón, rey de Micenas, y han ido a rescatar a Helena, esposa de Menelao el rey de Esparta. Helena había sido raptada por el príncipe troyano París y llevada a Troya.
Con ellos están además el invencible Aquiles, el más bravo de los griegos, y su amigo Patroclo, el sabio rey Ulises e innumerables otros personajes. En el bando troyano, acaudillado por el rey Príamo, sobresalían sus tres hijos: París, Héctor y Laocoonte. Luego de diez años de intensísimas luchas, los helenos no conseguían apoderarse de la ciudad, por lo que sucede el acontecimiento central del poema.
Ante una injusticia cometida por Agamenón en el reparto de los cautivos, Aquiles estalla en olímpica cólera y se niega a combatir. Sin su ayuda los helenos comienzan a perder terreno. Pero frente a la muerte de su amigo Patroclo, que fue vencido por el príncipe Héctor, Aquiles olvida su cólera y se presenta ante los muros de la ciudad y, a la vista de ambos ejércitos, vence al héroe troyano en combate particular. Posteriormente, mediante el engaño singular de introducir en Troya un caballo de madera con guerreros ocultos en su interior, la ciudad es tomada e incendiada totalmente.

"La Odisea"

 

La Odisea, por su parte, es una novela fascinadora y de estilo totalmente diferente al anterior. Menos vigoroso y vibrante es con todo mucho más poético y ordenado. Fue compuesta un siglo después de la Ilíada y en ella se narran las aventuras de Ulises, también llamado Odiseo, rey de Itaca, quien luego de la destrucción de Troya, emprende el regreso a su patria, donde es esperado por su fiel esposa Penélope y su hijo Telémaco.
Tanto La Ilíada como La Odisea distan mucho de ser perfectos. Pero por sus cualidades han merecidos ser llamados los relatos mas fantásticos que jamás hayan contado labios humanos. La grandiosidad del tema, su incomparable expresividad, la riqueza de sus imágenes y sus perfectos retratos y comparaciones, hacen de ellas las más altas creaciones poéticas de la humanidad.

Monumentos grandiosos de la literatura griega 

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ORIGEN DEL TEATRO
El teatro griego nació en el Ática a partir de las danzas y cantos corales de los siglos VI y V a. C., que se celebraban en primavera durante las fiestas en honor del dios Dionisos, denominadas «Grandes Dionisíacas». Estas fiestas comenzaban con una procesión en la que la estatua del dios Dionisos era paseada sobre un barco acompañado por flautistas y músicos. Estas danzas y cánticos se realizaban en un principio en cualquier espacio abierto cercano al altar o templo del dios Dionisos. Posteriormente se preparó un lugar, de tierra lisa y forma circular denominado «orchestra». Tespis, un poeta lírico, que viajaba en carreta de pueblo en pueblo, organizando las fiestas locales de cada «polis», introdujo en el siglo VI a. C. el «ditirambo» en el Ática. Los ditirambos de Tespis consistían en representaciones de textos literarios para bailar y cantar, con acompañamiento de flauta, en las que intervenían cincuenta hombres o jóvenes. También Tespis (o Frínico, su sucesor) dotó de mayor protagonismo a uno de los componentes del coro, creando así la necesidad del diálogo dramático. Surgía así la forma teatral que denominamos tragedia (de «tragos», cabra y «od», canto, que viene a significar «canto del macho cabrío»). Este género teatral se impulsó en el 538 a. C. cuando el tirano Pisístrato decretó la primera competición ateniense de tragedias y le asignó más tarde un importante lugar en la ciudad, en la ladera sur de la Acrópolis, en lo que se conoce todavía hoy en día como teatro de Dionisos.
PARTES DE UN TEATRO GRIEGO CLÁSIComira y aprendemmmira y aprende
Las partes de un teatro griego clásico son las siguientes: - «Orchestra» - «Skené» - «Koilon»
El teatro con mejor acústica del mundo
En la Argólida (Peloponeso) se encuentra elTeatro de Epidauro, el teatro de la antigüedad con mejor acústica del mundo. Los espectadores de las filas superiores, situadas a 70 metros de distancia, escuchan perfectamente a los actores del escenario. En este teatro fue proclamada la independencia de Grecia en 1822.
MITOLOGIA GRIEGA 
Mitología Griega
La mitología griega está formada por un conjunto de leyendas que provienen de la religión de esta antigua civilización del Mediterráneo oriental. Los griegos, aunque no practicasen la religión, conocían estas historias, las cuales formaban parte de su acervo cultural.
Los dioses del panteón griego adoptaban figuras humanas y personificaban las fuerzas del Universo; al igual que los hombres, los dioses helenos eran impredecibles, por eso unas veces tenían un estricto sentido de la justicia y otras eran crueles y vengativos; su favor se alcanzaba por medio de los sacrificios y de piedad, pero estos procedimientos no eran siempre efectivos puesto que los dioses eran muy volubles.
La mitología griega es absolutamente compleja, llena de dioses, monstruos, guerras y dioses entrometidos. Algunos estudiosos afirman que llegó a haber hasta 30.000 divinidades en total.
Esta mitología comparte una estrecha similitud con la mitología romana, en cuanto a los nombres de varios dioses y personajes de importancia. También se relacionan en cuanto a la parte mitológica de la religión; creencias, tradiciones y todo lo ligado o referente a Mitología.
 Afrodita, La diosa  Alcestis  Agamenón  
 Alcmena  Amazonas, Las   Andrómeda 
 Apolo Y Daphne  Aracne  Ariadna 
 Artemisa   Atalanta  Atlas  
 Atreo   Galatea   Galatea y Polifemo 
 Calipso  Calisto  Casandra 
 Circe  Dánae   Danaides, Las  
 Eco y Narciso, La Ninfa   Eris, La diosa   Eros 
 Esfinge, La   Eurídice  Europa 
 Fedra  Furias, Las   Gea 
 Gorgonas, Las  Grayas, Las  Harmonía  
 Harpías, Las   Hecate  Hele y Frixo 
 Hera  Hespérides, Las  Hipno  
 Ícaro   Ifigenia  Io  
 Leto (Mitos Maternales)  Medea  Moiras, Las 
 Musas, Las   Narciso   Némesis  
 Ninfas, Las  Níobe  Orestes  
 Palas Atenea  Pandora  Pegaso 
 Perséfone  Psique  Quimera 
 Selene, La  Sirenas, Las  Tanatos  
 Tetis   Tiresias   Triton  
Héroes y Semidioses
 Aquiles  Beleferonte  Edipo  
 Heracles (Hércules)  Odiseo (Ulises)  Perseo y Andrómeda  
 Teseo  Jasón  

mira y aprende
El Teatro Griego
Es una de las formas del arte que mas gloria ha dado al pueblo helénico, considerado como el pueblo creador del arte dramático. Cultivaron dos formas fundamentales del arte escénico: la tragedia y la comedia. Se ha dicho que el teatro griego es uno de los milagros del genio humano.
ESQUILO
Natural de Eleusis, cerca de Atenas. Fue escritor fecundo, pues cuenta hasta 70 o 90 títulos. Solo siete han llegado a la posteridad. Llevo a escena asuntos espectaculares sacados de la edad heroica.
Sus trilogías son:
  • Agamenon, muerto por Egipto y Clitemnestre.
  • La Orestiada.
  • La Coeforas: Orestes es juguete de las erinias o furias.
  • Prometeo Encadenado: Hazaña del héroe robando el fuego, su castigo y su liberación.
  • Los siete contra Tebas: Polinice y Eteocles arrastran la maldición de sus antepasados Layo y Edipo.
  • Los persas.
  • Las suplicantes o Danaides Matando a sus esposos egipcios.
SÓFOCLES
Nació en Colona, aldea cercana a Atenas. Treinta años mas joven que Esquilo, le vence en el certamen del 468. Hizo muchas tragedias, no en forma de trilogías, sino aisladas. Se citan hasta cien. Solo siete han llegado a la posteridad. Se sale mas de fatum y hace sus personajes mas humanos. Se manifiesta religioso.
Sus obras mas famosas son las siguientes:
  • Ayax, sobre el personaje homérico, vencido en la mitad de la obra misma.
  • Electra, la hermana de Orestes, matando a su madre en lucha feroz de sentimiento.
  • Antigona, enterrando a su hermano Polinices contra las leyes del Estado.
  • Edipo Rey, juguete de fatalidad al matar a su padre y casarse con su madre.
  • Edipo en Colona, en donde muere tras el errante caminar con su hija Antigona.
  • Las Traquinias, o doncellas de Traquis, despertando los celos de Deyanira, la esposa de Hércules. Ella, buscando rejuvenecerse, se da un brebaje de muerte.
  • Filoctetes, víctima de la enfermedad que le postra fuera de la guerra en Troya.
EURIPIDES
Era natural de Salamina (480 a. C.), algo mas joven que Sófocles. Tuvo una dura oposición a sus reformas teatrales, pero al fin se impuso su gusto. Sus obras son mas numerosas, hasta 18. Sus personajes dejan la grandiosidad de héroes para hacerse mas humanos.
Sus obras fueron: Alcestes, Hipólito, Medea, Electra, Las Fenicias, Las bacantes, Hecuba, Andrómeda, Ifigenia en Aulide, Ifigenia en Tauride.
Historiadores Griegos
HERODOTO
(484-425). Nace en Halicarnaso, de Asia Menor, y muere en Sicilia. Fue infatigable viajero en su afán de reunir datos para sus historias. Los países del Próximo Oriente fueron visitados por el, preguntando a los habitantes, viendo restos culturales, recogiendo sus tradiciones.
Así hace su historia. Sus relatos son vivos, haciendo una obra artística que instruye y deleita a la vez. Oyéndolas recitar trozos de su historia en los juegos olímpicos del 44, se despertó la vocación de historiador en Tucidides.
TUCIDIDES
(460-395). Era de Atenas y murió en Tracia, de donde procedían sus padres. Fue estratega en la guerra de Peloponeso. Fallo una de sus misiones y sufrió el destierro veinte años, en Tracia.
Es minucioso en la cronología y en los datos y evita digresiones. De gusto clásico, adorna sus capítulos con discursos y arengas, puestos en boca de los actores directos. Tucidides es reflexivo, macizo en sus argumentos, profundo en sus observaciones y reflexiones filosóficas.
JENOFONTE
(430-455). Era un rico ateniense que se incorporo, a sus treinta años, en la expedición legionaria mandada por los griegos en apoyo de Ciro el Joven contra Artajerjes. Vencido Ciro en Cunaxa, quedaron sus ejércitos a merced del vencedor.
Jenofonte dirige la retirada de sus griegos hasta el mar Negro. La salida de estas tropas dura cinco meses de penoso invierno. Escribe esta llamada Retirada de los Diez Mil, y a juzgar por su relato, pasa como un hábil estratega, este primer redactor de memorias militares. Otras obras históricas suyas son: La Anabasis, Recuerdos de Sócrates y Apologías de Sócrates.
Filósofos Griegos
Desde los siete sabios (Solon, Bias, Cleobulo, Quilon, Tales, Periandro), pasando por los divulgadores ingeniosos llamados Sofistas, hasta los grandes creadores de la filosofía griega, se ha ido formando el acervo de la cultura filosófica del pueblo griego, tan dado a razonar y discutir temas espirituales.
SÓCRATES
(470-399). Este ateniense no entraría en el tema literario, puesto que no dejo nada personalmente escrito. Sus doctrinas dice recogerlas Platón en sus Diálogos, formula de expresión que aprendió del creador de la filosofía griega.
PLATÓN
(427-347). Es otro ateniense que dedico su vida a la enseñanza filosófica. Para sustraerse a los vaivenes democráticos, salió para Egipto y la Magna Grecia, de donde fue expulsado por querer dirigir la política del tirano Dionisio de Siracusa.
Vuelto a Atenas, organiza su enseñanza en su Academia. Sus obras son: Los diálogos (Sócrates, Criptón, Eutifron, Hipías, Georgias, Protagoras, Cratilo, El banquete, Fedro, Parmenides, Teetes, Fedon), La República (El sofista, El político, Timeo, Critias, Las leyes).
Recogen las doctrinas suyas y las que se dice recibió de su maestro. Los diálogos nos ofrecen una galería de tipo atenienses, haciéndoles vivir aquella vida intelectual, actuando como en comedia, en la que las sentencias, replicas, y contrarréplicas dan color y amenidad al tratado doctrinal.
El estilo de Platón se hace vivo, elegante, suavemente insinuante cuando expone sus pensamientos propios. A los demás, personajes reales les hace hablar tal como los conocía el publico. Siempre han servido de modelos.
Ideológicamente, Platón trajo una muy destacada aportación al pensamiento filosófico: la teoría de las ideas inmanentes. El platonismo, tan llevado y traído por los filósofos cristianos acerca de las ideas, considerando a Dios fuente suprema de las mismas.
Platón tuvo una fuerza poética muy manifiesta en sus creaciones. La belleza fue para el camino de acercamiento al ser creador. Esta teoría del amor platónico tuvo suma trascendencia en la historia de la literatura desde que Dante y Petrarca llevan la teoría a la aplicación directa de sus bellezas idealizadas y purificantes: Beatriz y Laura.
Aristóteles
(384-322). Era nativo de Estagira, de Macedonia. Su padre, médico, le mando a estudiar a Atenas y entro a estudiar con Platón durante los veinte años que duro la vida del maestro, después de su incorporación a la Academia.
Filipo le llamo junto a si para dirigir la educación de Alejandro. En 338 deja su preceptoria y vuelve a Atenas, donde forma el Liceo, frente a la Academia. Termino sus dias en Calcis, en la isla Eubea, porque, acusado de impiedad, tuvo que dejar su cátedra y aislarse. Es difícil encontrar personalidad tan destacada en la historia del ingenio humano.
Su estilo se ofrece como un cerebro tan perfectamente organizado, que su expresión es siempre exacta y su léxico apropiado para el sinfín de materias que abarco en su obra. Fue el creador del vocabulario filosófico y científico del mundo clásico.
Sus obras La Retórica y la Poética son dos obras con normas perceptivas tan atinadas que han servido de pauta durante siglos. El Órgano es un tratado de lógica. Física, y Sobre el Cielo, tratados de física. Historia de los animales, su historia natural.
Del Alma, su estudio de sicología. Ética a Nicomano, Ética a Eudemo, sus estudios sobre ética y moral. Tratado de primera Filosofía o Metafísica, su estudio sobre leyes metafísicas. Política y Constitución de Atenas, su tratado sobre el arte de gobernar. 
 EDIPO REY
Edipo Rey es una  de Teatro escrita por Sófocles que narra la  de Edipo, un desventurado príncipe de Tebas, hijo de Layo y de Yocasta. Poco antes de que Layo y Yocasta se casaran el oráculo de Delfos les advirtió de que el hijo que tuvieran llegaría a  asesino de su padre y esposo de su madre. Layo tuvo miedo, y en cuanto nació Edipo, encargó a uno de sus súbditos que matara al niño, pero dicha persona no cumplió con la orden de matar a Edipo, solo perforó los pies del bebé y lo colgó con una correa de un árbol situado en el monte Citerón, faltando a su lealtad al rey Layo y también por el horror que le producía la orden que le habían dado.
Por ese lugar pasó Forbas, un pastor de los rebaños del reyde Corintio, escuchó los grandes lamentos y llanto del bebé y lo recogió entregándoselo para su cuidado a Polibio. La esposa de Polibio, Peribea se mostró encantada con el bebé y lo cuidó con cariño en su casa, dándole por nombre Edipo, que significa "el de los pies hinchados". 
Edipocreció bajo el cuidado de Polibio y Peribea, y al llegar a los catorce años ya era muy ágil en todos los juegos gimnásticos levantando la admiración de muchos oficiales del ejército que veían en él a un futuro soldado. Uno de sus compañeros de juegos, con la envidia que le producían las capacidades de Edipo lo insultó y le dijo que no era más que un hijo adoptivo y que no tenía honra. Ante todo lo que había escuchado y atormentado por las dudas, Edipo preguntó a su madre si era adoptivo o no, pero Peribea, mintiendo, le dijo a Edipo que ella era su auténtica madre. Edipo, sin embargo, no estaba contento con las respuestas de Peribea y acudió al oráculo de Delfos, quien le pronosticó que el mataría a su padre y se casaría con su madre, y además le aconsejó que nunca volviese Corinto, lugar donde nació. Al oír esas palabras Edipoprometió no volver jamás a Corinto, y emprendió camino hacia Fócida. En su viaje se encontró a un horrible monstruo, La Esfinge. La Esfinge tenía cabeza, cara y manos de mujer, voz de hombre, cuerpo de perro, cola de serpiente, alas de pájaro y garras de león y desde lo alto de una colina detenía a todo aquel que pasara junto a ella y le hacia una pregunta, y si no se la contestaban, la Esfinge les provocaba la muerte. 
Creonte el rey de Tebas tenía una hermana llamada Yocasta. Creonte prometió dar la mano de su hermana y el trono de Tebas a aquel que consiguiera descifrar el enigma de la Esfinge. Dicho enigma era: ¿cuál es el animal que por la mañana tiene cuatro pies, dos al mediodía y tres en la tarde?. Edipo que deseaba la gloria más que nada dio respuesta al misterio de la Esfinge diciendo que era el Hombre, pues en su infancia anda sobre sus manos y sus pies, cuando crece solamente sobre sus pies y en su vejez ayudándose de un bastón como si fuera un tercer pie. La Esfinge, enormemente furiosa porque alguien hubiera dado la respuesta correcta , se suicidó abriéndose la cabeza contra una roca. 
Entonces Edipo se casó con Yocasta y vivieron felices durante muchos años teniendo varios hijos cuyos nombres son: Etéocles, Polinice, Antígona e Irmene. Un día hubo una gran peste que arrasó a toda la región sin que tuviera remedio alguno, y el oráculo de Delfos informó de que tal calamidad solo desaparecería cuando el asesino de Layo fuese descubierto y echado de Tebas. Edipo animó concienzudamente las investigaciones como buen rey que era pero éstas descubrieron lo que realmente había ocurrido: había matado a Layo, su padre y se había casado con Yocasta, su madre. 
Según otras versiones, el asesinato se descubrió porque Edipo le enseñó a Yocasta el cinturón del anciano al que había matado, y que Edipo robó por su valía. Yocasta, después de este descubrimiento se suicidó y Edipo, abrumado por la gran tragedia, creyó no merecer más ver la luz del día y se sacó los ojos con su espada. Sus dos hijos le expulsaron de Tebas y Edipo se fue al Ática donde vivió de la mendicidad y como un pordiosero, durmiendo en las piedras. 
Con él viajaba Antígona que le facilitaba la tarea de encontrar alimento y le daba el cariño que requería. Una vez, cerca de Atenas, llegaron a Colono, santuario y bosque dedicado a las Erinias, que estaba prohibido a los profanos. Los habitantes de la zona lo identificaron e intentaron matarlo pero las hermosas palabras de Antígona pudieron salvar su vida. Edipopasó el resto de sus días en casa de Teseo, quien le acogió misericordiosamente. Otra versión afirma que murió en el propio santuario pero antes de expirar Apolo le prometió que ese lugar sería sagrado y estaría consagrado a él y sería extremadamente provechoso para todo el pueblo de Atenas.
Antígona
En la mitología griega, Antígona (en griego: Ἀντιγόνη) es hija de Edipo y Yocasta y es hermana de Ismene, Eteocles y Polinices. Acompañó a su padre Edipo (rey de Tebas) al exilio y, a su muerte, regresó a la ciudad.
En el mito, los dos hermanos varones de Antígona se encuentran constantemente combatiendo por el trono de Tebas, debido a una maldición que su padre había lanzado contra ellos. Se suponía que Eteocles y Polinices se iban a turnar el trono periódicamente, pero, en algún momento, Eteocles decide quedarse en el poder después de cumplido su período, por lo que se desencadena una guerra, pues, ofendido, Polinices busca ayuda en Argos, una ciudad rival, arma un ejército y regresa para reclamar lo que es suyo. La guerra concluye con la muerte de los dos hermanos en batalla, cada uno a manos del otro, como decía la profecía. Creonte, entonces, se convierte en rey de Tebas y dictamina que, por haber traicionado a su patria, Polinices no será enterrado dignamente y se dejará a las afueras de la ciudad al arbitrio de los cuervos y los perros. (Este mito es contado en la tragedia Los siete contra Tebas de Esquilo.)
Los honores fúnebres eran muy importantes para los griegos, pues el alma de un cuerpo que no era enterrado estaba condenada a vagar por la tierra eternamente. Por tal razón, Antígona decide enterrar a su hermano y realizar sobre su cuerpo los correspondientes ritos, rebelándose así contra Creonte, su tío y suegro (pues estaba comprometida con Hemón, hijo de aquel).
La desobediencia acarrea para Antígona su propia muerte: condenada a ser sepultada viva, evita el suplicio ahorcándose. Por otra parte, Hemón, al ver muerta a su prometida, tras intentar matar a su padre, se suicida en el túmulo, abrazado a Antígona; mientras tanto, Eurídice, esposa de Creonte y madre de Hemón, se suicida al saber que su hijo ha muerto. Las muertes de Hemón y Eurídice provocan un profundo sufrimiento en Creonte, quien finalmente se da cuenta de su error al haber decidido mantener su soberanía por encima de todos los valores religiosos y familiares, acarreando su propia desdicha.